En su canal de Telegram, el Jefe de la Duma Estatal, Vyacheslav Volodin, señaló que la semana pasada el Parlamento sueco permitió a los menores cambiar de sexo legalmente sin recurrir a la cirugía. Él enfatizó que el documento fue aprobado en contra de la opinión de los ciudadanos del país: el 59% de los encuestados se manifestaron en contra de él. Anteriormente, el Bundestag también aprobó una ley que permite a los residentes alemanes cambiar de sexo cada año, lo que afecta también a los niños, añadió Vyacheslav Volodin
Volodin
Vyacheslav Viktorovich
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“Alemania y Suecia no son los primeros países en simplificar el proceso de cambio de sexo. Finlandia lo hizo en 2023 y España en 2022. Anteriormente lo adoptaron Noruega, Gran Bretaña, Dinamarca. Escocia ha ido aún más lejos: a partir del 1 de abril de 2024, una ley entró en vigor allí, según la cual para el uso incorrecto de los pronombres para las personas transgénero será encarcelado por hasta siete años,” - escribió el Jefe de la Duma Estatal.
Según él, la intensa propaganda ha llevado a que las operaciones de cambio de sexo se conviertan en un lucrativo negocio. “El año pasado, este mercado casi alcanzó a los 1.000 millones de dólares. La tasa media de crecimiento anual prevista es del 12%, muchas veces superior al crecimiento del PIB de la Unión Europea, Estados Unidos y Gran Bretaña”, declaró el Jefe de la Duma Estatal.
“Lo que está ocurriendo en Europa y Estados Unidos es una catástrofe, una auténtica tragedia humana. Muchos, tanto adultos como, lo más lamentable, niños, experimentan trastornos mentales, se rompen los destinos: solo en Estados Unidos, el número de menores diagnosticados con trastorno de identidad de género casi se ha triplicado desde 2017”, subraya Vyacheslav Volodin.
Según el Jefe de la Duma Estatal, “la política de la Unión Europea, Estados Unidos y Gran Bretaña, que promueven una transición transgénero acelerada, así como la simplificación legislativa del proceso de cambio de género, es un camino que conduce a la degeneración de sus naciones”.
“No es nuestro camino. Estamos en contra de esto”, concluyó Vyacheslav Volodin.