Discurso de Vyacheslav Volodin en la reunión de la Asamblea Nacional de la República de Nicaragua

El Jefe de la Duma Estatal Vyacheslav Volodin
El Jefe de la Duma Estatal Vyacheslav Volodin

"En primer lugar, quiero agradecerles la oportunidad de dirigirme a ustedes, los representantes del pueblo amigo de la República de Nicaragua.

Las largas distancias no nos impiden estar cercanos en espíritu, comprendernos y apoyarnos mutuamente.

Nicaragua es uno de los aliados más fiables de Rusia. Nuestros países están reforzando los contactos sobre la base del respeto y la confianza mutuos, guiados por el principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados soberanos.

Los presidentes Vladimir Vladimirovich Putin y Daniel Ortega dan impulso a las relaciones entre Rusia y Nicaragua.

Decidieron ampliar la cooperación estratégica en todas las áreas.

Es nuestra tarea común garantizar por ley.

Es crucial desarrollar el diálogo dentro de la dimensión parlamentaria. Sin diálogo, no hay confianza. Sin confianza, no hay desarrollo.

Los ciudadanos de nuestro país están agradecidos a Nicaragua por apoyar la decisión de los habitantes de Crimea de regresar a Rusia y por reconocer la independencia de Abjasia y Osetia del Sur.

Agradecemos al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que haya sido uno de los primeros en apoyar la decisión de Rusia de reconocer la independencia de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk para garantizar la seguridad de la población.

Hace ocho años se produjo un golpe de Estado en Ucrania. Oligarcas y nacionalistas llegaron al poder.

El país ha perdido su soberanía.

Los Estados Unidos ocuparon Ucrania de hecho. Se nombraron asesores estadounidenses en todos los órganos del poder. Pero lo peor y más peligroso de todo: Ucrania llegó a estar plagada de armas.

Durante todos estos años, el Gobierno ucraniano, haciendo caso omiso de los acuerdos de Minsk, ha aplicado una política de genocidio contra los habitantes de Donbás, cuya única culpa ante las autoridades de Kiev era su deseo de hablar su lengua materna y que se respetaran y garantizaran sus derechos y libertades.

En lugar de dialogar, las autoridades ucranianas se enfrentaron a los ciudadanos de su país con armas pesadas.

Miles de heridos y muertos. La gente se vio obligada a huir, a abandonar sus lugares de origen, sus hogares.

La decisión de nuestro Presidente Vladimir Vladimirovich Putin de ejecutar una operación de mantenimiento de la paz tiene por objeto evitar una catástrofe humanitaria y una guerra a gran escala.

Los ciudadanos ucranianos no deben temer la operación de mantenimiento de la paz. Su único objetivo es la desmilitarización.

Ucrania debe convertirse en un Estado libre, independiente, democrático y pacífico, libre del régimen antipopular de ideología nacionalista, y empezar a desarrollarse en interés de sus ciudadanos.

Y la OTAN no puede ocuparse de la seguridad de sus miembros a costa de la seguridad de los demás. Es hora de que Estados Unidos deje de hacerlo.

Queridos colegas, camaradas, están lejos de Rusia y Ucrania, pero sienten y comprenden la situación mejor que muchos países europeos, porque ustedes, como nadie, saben lo difícil que es el camino hacia la libertad.

La historia de su país es la historia de la lucha por la independencia de un pueblo valiente y amante de la libertad. Ustedes saben por experiencia propia cómo se conquista la soberanía a un alto precio y lo difícil que es defenderla.

Juntos podemos hacer más.

Es importante que sintamos el apoyo del otro en muchas situaciones diferentes. La vida demuestra que esto es posible.

Reforzar las relaciones es especialmente importante en una situación de pandemia. Nicaragua es uno de los primeros países en registrar la vacuna Sputnik V.

Durante la pandemia, Rusia se convirtió en el mayor proveedor de la vacuna COVID-19 a su país.

En la actualidad, se están desarrollando con éxito proyectos de biotecnología. La empresa conjunta fabrica y exporta medicamentos contra la gripe a los países vecinos, lo que refuerza considerablemente el potencial científico y tecnológico de Nicaragua a escala regional.

En el contexto de la presión de las sanciones sobre nuestros países, es crucial crear oportunidades económicas. El año pasado, el volumen de comercio bilateral se triplicó con respecto a 2020.

La cooperación comercial y económica entre Rusia y Nicaragua tiene buenas perspectivas. Es importante que hagamos todo lo posible dentro de la dimensión parlamentaria para desarrollar la cooperación entre nuestros países.

Camaradas, una delegación de la Duma Estatal ha venido a Managua por primera vez desde las elecciones parlamentarias celebradas en Rusia el pasado mes de septiembre. Ustedes también celebraron recientemente elecciones presidenciales y parlamentarias en noviembre.

A pesar de los intentos de Estados Unidos y de otros países por desestabilizar la situación, el pueblo de Nicaragua ha vuelto a depositar su confianza en el Presidente en ejercicio, ha apoyado su rumbo hacia el desarrollo de un Estado independiente y soberano, y ha demostrado al mundo que es él quien decide el destino de su país.

Nicaragua es el hogar de gente fuerte que ama y aprecia su patria.

Washington quiere detener el desarrollo de nuestros Estados. Cree que las sanciones nos debilitan.

¡No funcionará!

El héroe nacional nicaragüense Carlos Fonseca dijo: "La unión da fuerza". En Rusia dicen: "En la unidad está nuestra fuerza".

¡Juntos podemos resistir cualquier presión externa, desarrollar y fortalecer nuestros países!

Rusia y Nicaragua tenemos una posición común en la escena mundial.

Juntos, creemos que debe reforzarse el papel central de coordinación de las Naciones Unidas y que su Carta debe respetarse estrictamente.

Estamos a favor de instituciones internacionales fuertes y eficaces que trabajen sobre los principios del respeto a la soberanía, la no injerencia en los asuntos internos de otros Estados y la defensa de la paz y la estabilidad mundiales.

Sólo con estos enfoques la comunidad mundial puede tener futuro.

"Cada Estado tiene derecho a elegir su propia forma de gobierno, y los demás deben respetar esa elección", decía Simón Bolívar.

La verdad que se ha convertido en norma de derecho internacional. Pero Washington no tiene forma de entenderla: si algo contradice sus intereses globalistas y no encaja en el esquema estadounidense del orden mundial, niega a naciones enteras su legítimo derecho a tomar sus propias decisiones y a seguir políticas independientes.

Es importante que hagamos todo lo posible para que nuestros países se desarrollen, para mejorar el bienestar de nuestros ciudadanos y su calidad de vida.

¡Viva Rusia!

¡Viva Nicaragua!"